Comprensión lectora
“Había
una vez un rey”
Hubo
una vez un rey de un país que vivía en tinieblas. No había estrellas. Ni Luna.
Ni Sol. Ni siquiera esa amorosa lumbre que consiguen los hombres con sus manos.
La causa de aquella oscuridad era la eterna pesadumbre del rey. Porque era un
rey triste y descontento de todo.
Muy
cerca al reino discurría un claro y límpido arroyuelo. Las aguas eran como el
cristal: dejaban ver el fondo de sí mismas. Había piedrecillas azules y
helechos multicolores. Y allí iban los hombres en busca de transparencia.
Muchas cosas poseía el rey triste.
No
castillo, residencias. No vasallos, seguidores. No extensiones de tierra, sí
edificios gigantes. No rebaños, sí comercios. Porque era un monarca coronado de
bienes.
Sin
embargo el rey no era feliz. Le faltaba lo esencial. La ilusión y la alegría.
Tan grande era su tristeza que había sumido al reino en la más negra oscuridad.
Ni
los sabios, ni los magos lograban desterrar la niebla de aquel lúgubre país.
Muy
cerca del arroyo habitaba un pastor. No poseía bienes, ni riquezas pero era
amigo del tiempo y de las cosas. Era un pequeño monarca de la felicidad.
Un
día inesperado el rey salió de su palacio. Con séquito imperial, con antorchas
de luz y fuegos presuntuosos. Se llegaron muy cerca al arroyuelo y el rey logró
verse en el agua. Pudo observar el fondo transparente del río. Vio helechos,
piedrecillas azules, pececitos brillantes. Descubrió de repente el valor de la
luz. Vio su rostro sombrío y taciturno. Percibió al final el contraste entre la
oscuridad y la luz y comprendió, de pronto, la razón de sus penas y la causa de
la noche sobre la población.
El
egoísmo, dijo, tiene formas oscuras.
Pablo,
el pastor feliz, acertó a pasar por aquel sitio. Al ver al rey entendió a la
niebla y se puso a cantar:
“Quien
quiera luz, que entregue el corazón a sus hermanos.
Quien busque el día que le dé siempre forma a
la esperanza.
Quien quiera ser feliz se asome al arroyuelo
de la vida. Y se ubique en el fondo compartiéndolo todo con los hombres”.
El
rey ya no es más rey. La ciudad ha retornado a la luz. Y los días y las noches
se suceden y hay muchos hombres cantándole a la vida.
Comprueba
tu aprendizaje:
1. ¿Qué personaje aparece primero en el cuento?
2. ¿Cómo era el rey?
3. ¿Qué había cerca al reino?
4. ¿Qué produjo la tristeza del rey en su reino?
5. ¿Por qué la ciudad recibió la luz? Explícalo.
6. ¿Crees que la riqueza o los bienes dan la
verdadera felicidad? ¿Por qué?
Área:
Ciencias Naturales
Tema:
El aire
El aire es una mezcla de gases que
se encuentran en una capa que rodea a la tierra, también conocida como
atmósfera terrestre.
Está formada por distintos gases,
principalmente el nitrógeno y el oxígeno, pero también contiene dióxido de
carbono, vapor de agua, argón y otros gases como el ozono y el neón, entre
otros.
Importancia del aire.
El aire es muy importante para la
vida en el planeta
porque:
a)
Proporciona el oxígeno indispensable para que
podamos respirar.
b)
El dióxido de carbono es la base de la
fotosíntesis vegetal.
c)
El ozono sirve para filtrar la mayor parte de
los rayos ultravioletas provenientes del sol.
¿Dónde se encontramos el aire?
En la parte, más cercana al planeta (en la Tropósfera) se
encuentra el aire tan necesario para la vida de los seres vivos, los seres
humanos, animales y las plantas tomamos del aire oxigeno, durante el proceso de
respiración y expulsamos dióxido de carbono.
Actividades a realizar.
1.- Con tus propias palabras redacta un párrafo donde
expliques: en ¿cuál capa de la atmósfera se desarrollan los seres vivos y por
qué?
2.- Contesta:
a) ¿Qué
es el aire?
b) ¿Por
qué es importante el aire para los seres vivos?
Ortografía:
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